En nuestros inicios configuramos un grupo, que en su primera etapa fue conducido por Emilio T. M. Rey, quien fuera nuestro maestro y guía y quien nos ayudó a comprender, despertar, estar atentos, fuertes, críticos y a creer que
"Todo lo imaginable es posible."

Nuestro camino estuvo signado por la impronta de las Escuelas Integrativas, teniendo a Gurdjieff como máximo referente en cuanto a doctrina. Navegamos además por las líneas de otras escuelas integrativas, como el sufismo y el zen, cuyas herramientas, alimentaron esta maravillosa experiencia del Despertar.
En nuestra matriz constitutiva, ese espíritu de integración, se fijó en Armonizar en uno mismo, lo de Arriba con lo de Abajo, el Cielo y la Tierra, separando lo Grosero de lo Sutil, utilizando las cuatro áreas del conocimiento: Arte, Ciencia, Filosofía y Religión que en un espiral ascendente conducen hacia el conocimiento unificado.
Nuestra vida cotidiana ha intentado ser un permanente esfuerzo consciente para estar alerta y no perder momentos de reunir en nuestro interior esa fuerza que surge de reencontrarnos en unidad con el Todo, en todas las cosas.
Los principios teóricos debían ser puestos en acción, con amor, buscando siempre la armonía. Esa búsqueda fue llevándonos por estrechos desfiladeros, y anchas avenidas, en la que aprendimos a reconocer nuevas herramientas que mañana serían viejas.
Lanzarnos a la búsqueda de un lugar, nuestro lugar, fue concretar parte de lo que sería nuestro destino y nuestro Trabajo. Para ello, fuimos preparándonos con talleres y cursos en el Instituto y con trabajos de campo que ponían a prueba lo aprendido y, mientras tanto, compartíamos experiencias de vida comunitaria en la ciudad, comenzábamos a integrarnos en una economía común, aprendiendo de nuestros errores, cayéndonos y volviendo a levantarnos, sin perder el Propósito de Vida, que fue siempre nuestro norte.
Así, entre lo mágico y lo real, entre nuestras posibilidades y nuestros límites reconocidos, con gran fe en la vida y el destino, nos dispusimos al viaje de comprar un campo, y vivenciar plenamente, la comunidad que en ese momento encarnábamos. Nada fue fácil, ni tampoco tan difícil. Pudimos asimilar las lecciones que la vida nos tenía preparadas, y así crecimos, aprendiendo el desapego, y la libertad que de él resulta. Construimos nuestras casas, crecieron nuestros hijos, nos fuimos hermanando con el lugar, con nuestra Pacha Mama que nos cobijó bajo este cielo tan bello y profundo. Tal vez, lo más importante de nuestro experienciasea, el intento auténtico de llevar al terreno de la vida cotidiana lo visualizado en el mapa.
Desarrollamos diversos emprendimientos, buscando la auto subsistencia, y la inserción armónica en la Matriz social.Y algunos de estos emprendimientos, además de ser aprendizaje para nosotros mismos, fueron puestos a disposición de amigos, y buscadores para que fuese campo de entrenamiento, para experimentar ahí la integración de los saberes en el mundo material, con sus presiones, sus exigencias, sus mecanicidades.
Estamos en una nueva etapa, sin Emilio ya y con él en nuestro corazón, abriéndonos más, más expuestos, más desnudos, como la planta cuando brinda su fruto, para que a otro le sirva, dejando caer las semillas de lo vivido y nutrir, al mismo tiempo que somos nutridos por esa hermosa completitud que da el integrar lo nuevo, lo distinto, que trae el Otro.
Construimos un Rancho, albergues, jardines y un Octógono, preparado para recibir grupos en un área del campo que destinamos para esto que Emilio en su momento denominó: el área de las Ideologías.
En este abrirnos al mundo, recibimos nuevas herramientas, nuevos instructores y maestros, constelaciones familiares de la mano de BertHellinger, TiuBolzman, Liliana Inglese, Miguel Sciavo y otros, aprendimos de plantas, a limpiarnos, a nutrirnos y sanarnos con lo que la naturaleza en su infinita sabiduría nos regala, y fue Omar Riacci quien nos guio, y vino también el conocimiento de Michael Fikaris, y con el todo el programa para el desarrollo espiritual a través de la Fundacion para la Libertad Espiritual, así como la hermosa experiencia del retiro del vivir de luz a travez de jesmugeen, y Elcy Sideral.
Gradualmente se va llenando de nuevos compañeros de ruta. Aparecen y nos visitan Guías y Maestros nuevos, grupos diversos, que en fina armonía se van integrando mientras el Tiempo observa nuestras transformaciones, en una sonrisa, en una canción, con la calidez del sol, o la claridad de la Luna...
Y en este instante, entraste TU.